Hojas rojas revoloteando al viento
van jugando con la tierra y los secretos
de los extraños andantes del pavimento...
Y pensando en tus zapatos comodos
te veo andar y jugar con tus ideas
mi querido amigo cuanto extraño tus tiempos..
Camino los mismos senderos y siento tus
manos entrelazadas con mis dedos,
tu abrazo sorpresivo y ese beso robado
como un juego, esas tardes de otoño
recargada en tu pecho, tu platicando
mil historias, saborendo los momentos..
Dulce amigo caminante,
tierna alma de muchos viajes
sigo extrañando tu apoyo en mis tardes
de otoño..
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